1. El cerebro en el sistema nervioso central
El cerebro es el encargado del control de nuestro cuerpo, desde la movilidad física hasta el razonamiento. Contamos con cerca de 100 billones de neuronas, las que se emplean en diversos roles individuales y en conjunto.
El cerebro se divide en cuatro lóbulos:
- Temporal: encargado de procesar la información auditiva.
- Occipital: encargado de procesar la información visual.
- Parietal: procesa la información sensorial como el tacto, la percepción de la temperatura, la presión y el dolor.
- Frontal: encargado de los movimientos voluntarios, la atención y la memoria, la resolución de problemas y el lenguaje.
En los lóbulos cerebrales podemos encontrar diversas regiones importantes como:
- Ganglios basales: participan en el control de nuestros movimientos, entre otras funciones.
- Cerebelo: involucrado en la coordinación motora.
- Área de Broca: área principal encargada de la producción del lenguaje.
- Cuerpo calloso: es la estructura donde las terminaciones nerviosas unen el hemisferio derecho e izquierdo del cerebro, permitiendo comunicarse entre sí.
- Bulbo raquídeo: esta región se encarga de las funciones involuntarias como respirar.
- Hipotálamo: es el responsable de controlar el hambre, la sed, la temperatura, la presión arterial, el ritmo cardíaco y la liberación de varias hormonas.
- Tálamo: es el que se ocupa de recibir la información de los receptores sensoriales. También es responsable del estado de conciencia y el sueño.
- Amígdala cerebral: ésta se encuentra dentro del lóbulo temporal y se relaciona con la respuesta emocional.
2. La médula espinal en el sistema nervioso central
La médula espinal se encuentra a lo largo de nuestra espalda, dentro de la columna. La misma es una estructura formada por múltiples nervios que comunican el cerebro con el resto del cuerpo, encargándose así de recibir información, transmitirla al cerebro y participar en las diferentes respuestas del cuerpo.
La nutrición y el sistema nervioso central
Siendo el sistema nervioso central esencial en la vida humana, tiene sentido preguntarnos: ¿cómo puedo mantenerlo saludable? Y es que hoy en día diversos estudios respaldan la importancia de la nutrición en el desarrollo cognitivo y el funcionamiento cerebral.
A lo largo de la vida, nuestro cuerpo necesita de nutrientes que son primordiales para su correcto desarrollo y funcionamiento. Entre ellos se encuentran: vitamina B12, niacina, vitamina B6, riboflavina, tiamina, biotina, omega-3, ácido fólico, colina, hierro, vitamina C, magnesio, cobre, yodo, potasio y zinc.
Algunos alimentos ricos en nutrientes que aportan al sistema nervioso central son:
- Pescados: como salmón, sardinas, atún, entre otros, los cuales son fuente de omega 3, ácido graso esencial que contribuye a mantener el funcionamiento normal del cerebro.
- Arándanos: se caracterizan por proporcionar vitamina C, vitaminas del complejo B, potasio, magnesio, etc., nutrientes asociados con contribuir al funcionamiento normal del sistema nervioso. Además, los arándanos son ricos en antioxidantes.
- Café y té verde: el consumo moderado de cafeína puede apoyar a la concentración y el estado de alerta. Además, estas infusiones son ricas en compuestos antioxidantes.
- Naranja: contiene Vitamina C, la cual actúa como antioxidante y además apoya el funcionamiento normal del sistema nervioso, contribuyendo con la función cerebral y previniendo el accionar de los radicales libres.
¿Qué puede afectar negativamente al sistema nervioso central?
Así como podemos encontrar diversos alimentos beneficiosos para el funcionamiento del sistema nervioso central, una alimentación inadecuada o malos hábitos alimenticios pueden tener efectos no deseados sobre el mismo. Por ejemplo, una alimentación con altos niveles de grasas saturadas y azúcares simples se asocia comúnmente a un impacto negativo en el bienestar del organismo.
¿Puede la actividad física beneficiar al sistema nervioso central?
La actividad física ha demostrado ser necesaria para mantener una buena salud, y entre sus cualidades relacionadas con la salud cerebral tiene la capacidad de apoyar al aprendizaje, la memoria y el manejo del deterioro cognitivo.
En conclusión, para apoyar el funcionamiento de nuestro sistema nervioso central debemos basarnos en una alimentación balanceada y en actividad física regular, así como no dejar de lado la importancia de una hidratación adecuada.
¿Incluyes antioxidantes en tu alimentación? Te recomendamos nuestro artículo ¿Cómo tener una alimentación rica en antioxidantes?